Los tipos Uno del Eneagrama valoran profundamente los principios y la integridad, y su necesidad motivacional fundamental es ser buenos y hacer lo correcto. Su nombre proviene de su incesante búsqueda de la perfección y el autocontrol. Además, otorgan gran importancia a la integridad y la calidad en todo lo que hacen. Los Uno aprecian y se sienten cómodos con las normas, los principios y la estructura. En su mejor versión, son personas tolerantes, que se aceptan a sí mismas y irradian serenidad, aportando dignidad y discernimiento tanto a su propia vida como al mundo que los rodea. Por otro lado, cuando no están en su mejor momento, los Uno pueden volverse críticos, intransigentes y pedantes, impulsados por una mirada excesivamente exigente y una aguda conciencia de sus propias imperfecciones, lo que les genera una persistente sensación de no ser lo suficientemente buenos.
Diálogo interno
El mundo es imperfecto y mi deber es esforzarme por mejorarlo. Tengo que ser bueno, hacer lo correcto, alcanzar la perfección y evitar errores a toda costa. Mi misión es discernir entre el bien y el mal, y dedicarme en cuerpo y alma a transformar el mundo en un lugar mejor.
Los Uno se sitúan en el centro de acción del Eneagrama, pero su control y acción se dirigen principalmente hacia su interior, manifestándose como disciplina, principios y autocontrol. Estos principios son de gran importancia para los Uno, y los demás tienden a percibirlos como personas responsables, organizadas, orientadas a la calidad y con sentido crítico. Los Uno suelen destacar en la organización y planificación, siendo muy trabajadores y concienzudos. Prefieren trabajar de manera estructurada y sistemática, lo que les permite analizar bien la información, aunque esto también puede demorar la toma de acción en cuestiones importantes o ambiguas.
Los unos tienen un fuerte sentido de lo que está bien y mal, y creen que si algo no se hace correctamente, no vale la pena hacerlo. Por lo tanto, se fijan estándares muy altos para sí mismos y responsabilizan tanto a ellos como a los demás de cumplir con estos estándares. Es probable que su autocrítica interna esté bien desarrollada y que los unos estén constantemente involucrados en un diálogo interno sobre si las cosas están bien, si se han hecho lo suficientemente bien y cómo pueden mejorar lo que ya existe. Este diálogo interno puede incluir muchas frases como "debería", "debo" y "tengo que", ya que los unos desean vivir de acuerdo con las reglas y pueden crear un sistema de puntuación interno con el que se miden a sí mismos. Esta lista de lo que "deberían" o "no deberían" hacer puede llevar a una constricción o expansión en su vida. Por ejemplo, si creen que "deberíamos" expresarnos de forma creativa, es probable que los unos se dediquen a una actividad artística para cumplir con esta imagen de lo que una buena persona debería hacer. Este impulso también puede motivar a los unos a buscar ciertos grupos que les permitan expresar algunas de sus necesidades. Pueden darse permiso a sí mismos gracias a las "reglas" inherentes de esos grupos que crean una vía de escape hacia una actividad que de otro modo el uno no podría justificar para sí mismo o para los demás.
Aunque los unos pueden experimentar mucha ira, rara vez la expresan abiertamente. En su lugar, es más probable que su enojo se manifieste en momentos de irritación y resentimiento, a pesar de sus esfuerzos por mantener estas emociones bajo control. Estos sentimientos suelen estar dirigidos hacia los demás, a quienes pueden percibir como irresponsables, despreocupados por la calidad, poco éticos o que no cumplen con sus altos estándares de alguna manera. Aunque los unos son muy autocríticos, no reaccionan bien ante las críticas ajenas. Ser críticos consigo mismos y con los demás es una especie de mecanismo de defensa. Aunque se esfuerzan por alcanzar la perfección, les desagrada profundamente que otros señalen sus imperfecciones. Cuando la ira se acumula, los unos tienden a volverse físicamente rígidos y extremadamente corteses. Si deciden expresar su enojo, lo harán de manera muy pensada y serán capaces de justificarlo con una lista de agravios y detalles sobre experiencias y decepciones pasadas. La ira de los unos a menudo se desencadena cuando reflexionan sobre cómo "deberían ser" las cosas, y en esos momentos pueden encontrar difícil mantenerse conectados con la realidad presente.
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Tipo 1 Ala 9: Tipo 1 Ala 2:La búsqueda de la perfección del Eneagrama Uno se expresa de manera diferente en los tres subtipos.
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